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¿No se les hace muy parecido el muffin y el cupcake? ¿Cuál es la verdadera diferencia entre estos dos postres?

Empecemos por entender de donde provienen y cuales son sus características.

El cupcake

También conocido en países anglosajones como fairy cake (pastel de hadas), el cupcake es un pastel americano de porción individual cocinado en molde de papel con cubierta de azúcar glaseado y otras decoraciones.

Se creó en los años 50, era el pastel de las empleadas domésticas, algo accesible de confeccionar y más práctico de almacenar. El nombre que se les puso vendría de la unidad de medida de los ingredientes utilizados, que básicamente eran las “Cups”: se empleaban tasas para medir y no una balanza.

Hay otra versión que apuesta más por el contenedor que del contenido en sí. En efecto, cuando los moldes aún no existían, los pasteles eran cocinados en recipiente individual de barro. El nombre “fairy cake” vendría de la explicación llena de imaginación de su tamaño: correspondía a una porción de hada.

Muy en boga en los años 50, el cupcake era elaborado para todo tipo de ocasión: cumpleaños, Halloween, Thanksgiving e incluso navidad. Posteriormente el cupcake fue perdiendo popularidad, hasta que la serie Sex and the City lo volvió a poner de moda al principio de los años 2000.

El muffin

El muffin es un pequeño pastel individual que se aparenta a las magdalenas, un pequeño bollo tradicional de la región de Lorena, en Francia. Apareció en el País de Gales en el siglo XIX, expandiéndose muy rápidamente por el resto de países anglosajones, sobre todo en los Estados Unidos.

La principal característica del muffin es que durante su elaboración se preparan unos ingredientes líquidos por un lado y otros más secos por otro. Luego se procede a mezclarlos rápidamente antes de ingresar el todo en un horno precalentado.

Los muffins son tradicionalmente dulces, aunque existen algunas variaciones saladas.

 

¿Cuál es la verdadera diferencia hoy en día?

Muchos sostienen que la verdadera diferencia entre Muffin y Cupcake reside en la cubierta: el primero no tienen cubierta glaseada mientras que el segundo sí. Pero el debate va más allá, se trata de una cuestión de calorías.

El muffin, aunque pueda tener apariencia de pastel más “pesado” que el cupcake, es sin embargo considerado como más “natural” y por ende más “sano”. El cupcake, con su cubierta glaseada compuesta de azúcar, es más dulzón, más empalagoso, y por lo tanto más calórico.

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