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Hay que remontar a periodos de civilizaciones antiguas para entender cómo se abrieron paso los primeros dulces.

Los postres que conocemos y consumimos hoy en día se popularizaron gracias a la evolución de la tecnología y a la experimentación culinaria. Representan una herencia cargada de valores simbólicos.

Los pasteles de cumpleaños de Sweets, encuéntralos aquí.

Las civilizaciones antiguas, como la griega o la romana, apreciaban las frutas y las nueces bañadas en miel. Los romanos tenían una especialidad dulce que era una suerte de masa con base de harina y leche cubierta de miel.

Las tortas, que tanto nos gustan, las inventaron los griegos: crearon un modelo de horno que se usa hasta hoy en día. Era un horno con una apertura frontal que se precalentaba. Los nuevos inventos de recetas dulces que iban incorporando a su tradición culinaria fueron sin duda tan apreciados que se mantuvieron como un legado inapelable, desafiando el paso del tiempo, para transmitirse de generación en generación y perdurar hasta nuestros tiempos modernos.

Desde aquel entonces los postres no han parado de evolucionar y de ocupar un significado especial en nuestras vidas: intervienen en un momento de serenidad que disfrutamos gracias a nuestro paladar.

La niñez como vector de idealización del postre

Es, sin lugar a dudas, el periodo de la infancia el que ha marcado nuestra afinidad por los postres y los ingredientes que contienen, como el chocolate.

«Come tu sopa o no tendrás postre

Esta frase tan banal es el reflejo más claro del valor que atribuimos al instante del saboreo del postre. Desde pequeños nos enseñaron a asociar este momento a algo supremo, la cúspide del espacio que nos tomamos para sentarnos en la mesa y saciar una de las necesidades más basicas de supervivencia: el comer.

Los postres son el alma de toda celebración

¿Cómo imaginar una boda sin su torta nupcial? ¿Qué cumpleaños se celebra sin su pastel decorado de velas? Los postres son sinónimo de celebración y de alegría. Intervienen como broche de oro de la ocasión perfecta para reunir a familiares y amigos.

La pastelería Sweets se ha mantenido fiel a estas tradiciones ofreciendo los mejores postres de Quito y probablemente de todo el Ecuador.